Dentro de las oficinas de abogados, es frecuente escuchar a los recién graduados lo diferente que es la práctica a lo que les habían dicho que iba a ser. Si quieres ahorrarte los malos momentos y saber cómo realmente funciona ejercer jurídicamente, descubre mitos sobre la carrera de derecho que deberían erradicarse.
Los recientes egresados jurídicos suelen manifestar cierta frustración cuando ingresan a las oficinas de abogados, ya que se encuentran con una realidad profesional disímil a la que ellos esperaban. Esa situación los lleva a un cuestionamiento frecuente: “¿He recibido la preparación necesaria para el ejercicio profesional?”.
Es lógico que, en la práctica, no se apliquen absolutamente todos los conocimientos y teorías que se incorporaron a lo largo de la carrera. Sin embargo, hay determinados mitos que giran en torno a la profesión y se han asentado en las escuelas de Derecho. Es pertinente realizar un examen consciente desde lo real que pueda ser una herramienta útil para los futuros juristas.
Sí es cierto que el Derecho y Leyes es una de las ramas con mayor campo de aplicación. El Derecho abarca desde la sencilla tarea de comprar un pasaje hasta los riesgos que derivan de la utilización de determinado servicio. En ese sentido, es innegable que el Derecho es uno de los medios más directos para llegar a un determinado fin, pero no es el único.
De todos modos, al vivir cada vez en un mundo más globalizado, se introducen nuevas formas de hacer negocios. Debido a eso, es necesario saber cuáles son las mejores escuelas de Derecho para que la carrera sea intrínsecamente dinámica e interdisciplinaria. Para llegar a un fin esperado, sin frustraciones, es necesario que diversas profesiones estén en colaboración constante. A partir de eso, todas las partes intervinientes podrán ser exitosas.
Esta premisa es completamente falsa. Los abogados, como cualquier otro tipo de profesional, tendrá la vida que quiera tener y escogerá cuánto tiempo le dedica a su profesión.
Aunque el mercado laboral es extremadamente amplio y los recién egresados pueden elegir el camino que deseen, no todos los juristas están condenados a ser “esclavos de su trabajo” y mucho menos de una firma. Todo depende de los principios, valores, prioridades e intereses de cada persona.
Otro mito muy difundido a lo largo de la historia. Lamentablemente, en todas las profesiones hay personas que no ejercen su carrera acorde a los buenos valores. En el caso de los abogados, se ha generado un sentimiento de desconfianza profunda de parte de la sociedad en general hacia esa profesión.
Más allá de que el objetivo de los juristas sea la búsqueda o aplicación de la justicia, independientemente de la especialidad o enfoque que quieran darle, pareciera que se asocia a la figura del abogado como alguien desleal y poco digno de confianza.
Sí es cierto que los abogados son contratados para que realicen su mayor esfuerzo a la hora de perseguir y proteger los intereses de los clientes, y que muchas veces esos intereses no coinciden con los de los juristas. Sin embargo, es su deber hacer su trabajo y la formación en Escuelas de Derecho responde a un proceso educativo que forma seres humanos antes que profesionales.
Es importante destacar que los abogados deben distinguirse, ante todo, por su correcto comportamiento y plena consciencia de la justicia.
Esto es cierto, pero únicamente de forma parcial. Por supuesto que, a pesar de ciertos elementos comunes, cada país posee un ordenamiento jurídico particular y propio que se conforma por normas, instituciones y procedimientos singulares y únicos.
Sin embargo, en la actualidad se ofrecen varias facilidades para acceder a la información y eso ha logrado mermar la distancia, tanto física como cultural, que en algún momento se constituía como el obstáculo mayor. En las diferencias entre cada país hay una oportunidad de crecimiento.
En la era de la tecnología hay grandes probabilidades de que varios profesionales que provengan de diversos lugares del mundo colaboren y cooperen con el objetivo de estructurar políticas públicas comunes en base a las experiencias y conocimientos jurídicos de cada país. Más allá de las diferencias de procedimientos jurídicos, muchas instituciones de Derecho son similares en todo el mundo, ya que los principios generales son comunes.
El ejercicio profesional demuestra que, más allá del gran número de profesionales de Derecho, hay lugar para todos. Sin embargo, para que el futuro del Derecho y Leyes pueda atestiguar que lo mencionado anteriormente son mitos y no verdades y dimensionar el campo de aplicación que existe, es necesario que existan personas capacitadas para ejercer la profesión jurista de la mejor manera posible.
Si tienes buenos valores, deseas insertarte de forma temprana en el mundo laboral, quieres colaborar para que este campo de estudio evolucione según las exigencias del entorno en el que se ejerce, eres bueno debatiendo y defendiendo tus ideales y te imaginas ejerciendo en el ámbito jurídico, entonces la amplia variedad de ofertas académicas que se encuentran en Escuelas de Derecho México relacionadas con Derecho y Leyes son ideales para ti. Dentro de la amplia gama de oportunidades que se encuentran en México, algunas de las más destacadas son las siguientes:
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